Por qué debemos protegernos del sol, incluso en invierno

SOL

En Interdomicilio León, ayuda a domicilio en León, queremos hablaremos hoy de cómo puede afectar el sol a la piel y los ojos. Con especial atención a  los niños y a los mayores que son sin duda los que presentan mayores riesgos.

El sol nos da vida y disfrutar de un día soleado al aire libre nos aporta energía, nos ayuda a asimilar las necesarias vitaminas D y C y estimula los neurotransmisores que controlan nuestros estados de ánimo, llenándonos de alegría. El ejercicio físico, aliado imprescindible para disfrutar de una buena salud, nos resulta mucho más placentero si lo podemos hacer bajo el sol. Estos beneficios que aporta el sol de primeras horas de la mañana o de últimas de la tarde en exposiciones breves, se convierten en riesgos a evitar en exposiciones prolongadas sin protección a horas centrales del día, o con otros factores que pueden suponer un riesgo para nuestra salud y de los que vamos a hablar aquí.

La exposición prolongada sin las medidas necesarias puede causar consecuencias graves.

La piel y los ojos, que son algunas veces los más olvidados, pueden verse afectados por los rayos UVA y UVB y ser causa de patologías oculares como cataratas, cáncer de párpados o de piel  y jugar un papel importante en la degeneración macular que es una de las causas más importantes de la pérdida de visión en personas mayores. Por eso es importante  protegerse con gafas de sol adecuadas que filtren totalmente los rayos UV.

Factores como la altitud, la hora del día o que tengamos a nuestro alrededor superficies reflectantes como nieve, agua y arena pueden duplicar los efectos del sol sobre nuestros ojos y piel. Determinados medicamentos, anticonceptivos, diuréticos y tranquilizantes pueden  aumentar la sensibilidad a los rayos UV

Los niños necesitan mayor protección ya que los daños en ojos y piel son acumulativos a lo largo de su vida. Ellos suelen pasar más tiempo al aire libre y sobre todo con determinados factores como los mencionados anteriormente y a determinadas horas del día, se deben evitar daños en la retina producidos porque sus cristalinos son más transparentes y filtran menos los rayos.

Las personas mayores tienen también un mayor riesgo de lesiones en la piel debido a que ésta se hace más fina y frágil a medida que envejece y la capa protectora subcutánea se va perdiendo.  Por tanto es aconsejable protegerse con sombreros con suficiente ala, cremas con protección adecuada y proteger los ojos con gafas solares.

Además de la herencia genética o factores ambientales, la exposición al sol es un factor muy importante en la incidencia del riesgo de cáncer de piel. De hecho si se compara la piel que está más expuesta al sol con la que mantenemos protegida de la luz solar hay notables diferencias en cuanto a manchas y envejecimiento de la piel. Por tanto una exposición excesiva a la radiación ultravioleta sin protección de ropa o una crema adecuada aumenta el riesgo de cáncer de piel y melanoma. Las lámparas solares también aumentan riesgo de cáncer.

Cómo decíamos hay más factores que influyen como la genética, por tanto existirá un mayor riesgo y se debe tomar una mayor precaución, si además se tienen antecedentes  de cáncer de piel y melanomas, o si la piel es muy blanca y presenta muchos lunares, especialmente si son grandes y se nota un incremento.

Además de las exposiciones al sol del verano existe el riesgo de olvidar que en invierno, aunque hay menos horas,  el sol también es peligroso por la forma en la que los rayos caen y a medida que aumenta la altitud. Tampoco los días nublados o con niebla evitan la radiación UV que además es más peligrosa porque como es invisible podemos olvidarnos de la protección.

Existen  circunstancias especiales en las que se deben tomar medidas extremas como en los trasplantes de órganos, ciertas enfermedades como lupus en el que el sistema inmunológico se encuentra debilitado o en tratamientos para cáncer o tomando otras medicinas que afecten a sus defensas y hacen que la piel sea más fotosensible. Algunas radiaciones como la producida por tratamientos de radioterapia, quemaduras o ciertas enfermedades que dañan la piel también son factores de riesgo.

Prevenir es importante y en Interdomicilio León sabemos que con los cuidados y el cariño necesarios se pueden evitar problemas de los que algunas veces no somos del todo conscientes.

Interdomicilio León, servicios de ayuda a domicilio para  el cuidado de mayores, niños, y para el mantenimiento del hogar.

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