En Interdomicilio León, servicios de ayuda a domicilio, hablamos hoy de lo que tenemos que tener en cuenta para viajar con personas con Alzheimer.

Para cuidadores y personas con Alzheimer, viajar puede convertirse en una serie de retos que hay que tener presentes antes del viaje.

Las personas con Alzheimer se acostumbran a una serie de rutinas que para ellos son muy importantes. Su día a día ya es suficientemente confuso, se encuentran desligados de lo que ocurre a su alrededor. La confusión aumenta a medida que el grado de Alzheimer o deterioro cognitivo aumenta. No es lo mismo tener que viajar con una persona que está empezando y tiene muchos momentos de lucidez y conexión con la realidad, que hacerlo con alguien que está más desligado de la realidad y cualquier cambio le costará más.

Algunos viajes pueden ser demasiado exigentes para algunas personas pudiendo presentar retos insalvables tanto para el cuidador como para el enfermo.

Todo cuidador debería intentar desconectar unos días y poder tomarse un descanso que le haga recargarse de nuevas energías y ver la situación de otra forma al distanciarse un tiempo. Para ello, deberían considerar dejar al enfermo en su casa, con sus horarios, sus rutinas, en manos de profesionales que se ocupen de hacer ese relevo de la persona cuidadora sin que el enfermo tenga que pasar por tantos cambios.

Sin embargo, si tiene que llevarse a la persona no significa que no pueda viajar, pero requiere planificación para la seguridad del enfermo, y prepararse para posibles cambios de planes cómo solución a los múltiples imprevisibles.

En caso de que finalmente se decida viajar con ellos, se aconsejan viajes a lugares que el enfermo pueda reconocer, que le resulten familiares y por tanto causen la menor ansiedad en el enfermos, o viajes cortos. Para todos ellos se deben tener en cuenta ciertas pautas a seguir:

_ Siempre se deberá hablar con el enfermo e informarle en todo momento de los pasos que se van a hacer. Avisarle de que vamos a viajar en coche, autobús, avión…, intentando hacerlo de forma positiva con tono afable y gestos de cariño.

_ Si se va a viajar en coche, no es seguro viajar sin una persona, además del conductor, que acompañe al paciente en todo momento y que esté atento a posibles estados de ansiedad, evitando que el enfermo pueda interferir en la conducción. El enfermo podría intentar abrir la puerta, tirar del freno de mano si está en el asiento del copiloto o molestar al conductor de varias maneras.

_ Si el viaje es en autobús o en avión se debe advertir al personal para que lo tengan presente por si el enfermo tiene alguna necesidad especial. Y si se va a un hotel también al personal del hotel. Pero procure no hablar con otros acerca de sus problemas de comportamiento delante de ellos ya que aunque no sea capaz de comunicarse puede entender lo que pasa.

–No dejar nunca sólo a la persona, tener especial cuidado en terrazas, azoteas, balcones o piscinas. Cerrar puertas de hotel o de la casa donde se aloja para que el enfermo no pueda salir y perderse.

_ Hay que mantenerse atento a las señales no verbales del enfermo. Por ejemplo si muestra señales de nerviosismo o alteración, intentar cambiar de tema o ambiente intentando mostrarle que usted entiende su estado, sin regañarle e intentando distraerlo. Si se va en el coche parar y hacer un descanso para dar un pequeño paseo o tomar algo. Hablarle y tranquilizarle explicándole en todo momento el siguiente paso a dar. “Ahora vamos a bajarnos a dar un pequeño paseo o a tomarnos algo y señalarle con estímulos visuales lo que debe hacer, donde debe poner su mano para salir del coche o para comer algo etc.

_ Recordarle cosas positivas de viajes del pasado también le puede aportar seguridad, o del sitio dónde viajamos si es un lugar familiar para él o se va a visitar a familiares. No se debe tratar de hacerle preguntas que tengan que ver con la memoria a corto plazo pero sí con el pasado que les resultará más fácil recordar. Si el paciente se inventa cosas no regañarle diciéndole que está equivocado, intentar reconducirle al presente con cariño y sin forzar.

_ Se debe estar pendiente de que beba suficientes líquidos ya que ellos se olvidan con frecuencia de pedirlo aunque tengan sed. Procure seguir los mismos horarios de comidas que tenía en casa aunque el enfermo coma antes que el resto de la familia para mantener horarios y más tranquilidad. Si se tiene que comer fuera evite los horarios de afluencia de gente y escoja lo que pueda comer con más facilidad.

_También se tiene que estar atento a las necesidades de ir al baño del enfermo y anticiparnos a ellas aunque ellos se olviden de pedirlo. Si tiene pañal también se debe llevar pañales suficientes para que el enfermo permanezca el menor tiempo posible con el pañal húmedo.

_ Vístale con ropa cómoda durante el viaje.

_ Los horarios y rutinas de aseo es importante que se mantengan en lo posible similares a los que se hacen de forma habitual

_ Intentaremos descomponer las actividades en pequeños pasos de los que le iremos informando, para que le resulten más sencillos y no le pillen por sorpresa

_ Las actividades tendrán que ser sencillas, con periodos de descanso suficientes.

_ Evitaremos lugares llenos de gente o con mucho ruido que puedan ponerles nerviosos y los desorienten.

_No se debe olvidar llevar el teléfono de emergencias, su identificación, la lista de medicamentos, dosis de los mismos y posibles alergias.