Los trabajos manuales como tejer, estimulan el aprendizaje y la memoria, aumentan la concentración, ejercitan las manos y promueven las emociones positivas aumentando la estima por las labores hechas y pudiendo socializar con un grupo de gente con ese mismo interés.
Además se pueden hacer trabajos muy bonitos y prácticos. Muñecos, cestas de todo tipo y utilidad, bandejas, leñeros, cubiletes para bolígrafos revisteros…
Necesitamos nuevos retos para mantener activo y en forma nuestro cerebro. Proyectos que lo despierten aprendiendo cosas nuevas, evitando que esté en modo automático con las rutinas y habilidades ya conocidas.
El cerebro es plástico, incluso en caso de demencias o alzheimer, las células pueden ser estimuladas para crear nuevas conexiones. Por eso es importante estimular a los enfermos.
Prevenir el envejecimiento es muy importante, para ello probar actividades nuevas es el mejor remedio.
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