CLAVES PARA EL CUIDADO DE PERSONAS CON ALZHEIMER Y OTRAS DEMENCIAS.

cuidado de personas dependientes

Interdomicilio León cuenta con todo tipo de ayudas a domicilio para facilitar la vida de los enfermos y cuidadores.

En este artículo queremos recordar las claves más importantes a tener en cuenta, por familiares y cuidadores de personas con enfermedades neurodegenerativas.

Cuidar a personas con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer es muy difícil. Las personas con estas patologías tienen continuos cambios de conducta, en ocasiones con comportamientos difíciles de manejar que complican las tareas de ayuda que su pérdida de facultades requiere, como vestirse, asearse, medicarse o comer.

Cada caso es distinto, toda persona con una enfermedad neurodegenerativa es única y sus respuestas no son iguales por tanto debemos ir probando para ver qué es más conveniente en cada caso y en distintos niveles de la enfermedad.

Seguir una rutina diaria es importante.

Debemos intentar observar los momentos del día en que el enfermo se encuentra mejor, más cooperante, menos confundido e intentar sacarle así el mayor provecho. Intentar en esos momentos orientarle cada día varias veces sobre el lugar en el que se encuentra, ciudad, día de la semana u la hora del día y procurar que haga alguna actividad que le guste, algún trabajo manual. 

Mostrarle tareas diarias escritas o en señalarlas en calendarios. Mostrarle fotografías y recordándole nombres de algunos  familiares y amigos, siempre que se muestre tranquilo sin contradecirle si se muestra confundido.

También en momentos buenos del enfermo debemos intentar hacer ejercicios físicos, pasear por la casa o fuera de ella si es posible y si tiene dificultades de movilidad darle masajes e intentar, sin forzar, mover las articulaciones en series repetidas.

En Interdomicilio León contamos con fisioterapeutas que visitan a domicilio para aliviar dolores al enfermo y mantener su musculatura en el mejor estado. Ellos pueden orientarle y ponerle tablas con los ejercicios más convenientes para su rutina diaria.

La hora. Intentar relacionar cada hora con la actividad a realizar (por ejemplo son las 10 y es hora del baño, o son las 10,30 y es hora de desayunar), de forma que el paciente tenga en lo posible, un plan diario que le resulte familiar y su vida sea lo más previsible posible.

Aunque tarde mucho más tiempo, intente que él mismo realice el mayor número de tareas posible, animándolo y felicitándolo cuando lo haga. Si ha olvidado cómo tiene que hacer algo, mostrarle cómo tiene que hacerlo, dejándolo que lo haga él después. Debemos procurar que mantenga su autonomía el mayor tiempo posible e impedir que la enfermedad avance a mayor ritmo.

En las comidas asegurarnos que se alimenta bien y bebe suficientes líquidos, que sean horarios regulares en lo posible. Si muestra problemas de deglución, con disfagia o dificultades para tragar, hay que mirar la mejor forma de alimentarlos y ejercicios o posturas para tratar el problema.

El aseo es fundamental para evitar infecciones o problemas en la piel. Cambios de ropa de vestir, ropa de cama y duchas diarias o aseo en la cama si tiene dificultades de movilidad. Para consejos de aseo puede ver nuestros artículos con consejos para el aseo diario y consejos para aseo a encamados. Además en Interdomicilio León ponemos a su disposición personal de ayuda a domicilio especializado para aportar esa ayuda profesional necesaria o, como apoyo al cuidador habitual en momentos de especial dificultad como el aseo, movilidad, cambios posturales a encamados, masaje. Para sustituir al cuidador en su jornada laboral o darle el necesario descanso a los familiares.
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El cuidador debe intentar animar al enfermo y apoyarlo emocionalmente. Es frecuente que los enfermos pasen por estados de depresión en ciertos momentos. Todos los miembros de la familia deberán apoyarlo en esa labor, intentar que los niños hablen y se relacionen con los enfermos es importante para ambos.

Además, la familia debe apoyar también al cuidador y evitar en lo posible que se sobrecargue de trabajo, ayudándolo, aconsejándole descansos y apoyándolo emocionalmente. Procurándole distracciones y algunas actividades de ocio que lo saquen de la rutina diaria.

Debemos tener cuidado especial con enfermos desorientados pero con estupendas cualidades físicas como para marcharse de casa sin que nos demos cuenta. Procurar cerrar la puerta de salida o poner algún tipo de campanilla que nos indique que ha abierto la puerta de salida. Tenemos que mantenernos al tanto de dónde está el paciente por su seguridad.

Con la medicación debemos ser especialmente cuidadosos y vigilar que el enfermo no confunda las horas, las pastilla o sus dosis. Para una buena administración del propio enfermo de su medicación o para que todo el personal que lo cuida, los de casa, los profesionales, los habituales o los de sustitución en caso de enfermedades, vacaciones etc, tengan siempre clara la medicación en cada momento.

 

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